miércoles, enero 04, 2006

recuerdos

los saltos que antes me hacian reír,
los pies descalzos tan intrépidos y burbujeantes,
los colores deslumbrando bajo el sol,
un atracón de azúcar con formas varias,
mi cara en la ventanilla del auto viejo rompiendo la barrera del aire,
un par de juguetes abajo de un árbol,
las sonrisas de mi madre,
una horda de salvajes felices correteando y pateando una pelota,
los gritos de euforia al sonar una chicharra,
las pestañas sonrientes de mi maestra,
esa niña que me quería besar(uno de las grandes fallas de mi vida, no dejarme)
los regaños de mi padre,
las caricias de la abuela,

que sencillo era ser feliz...

10 Comments:

Blogger alonso ruvalcaba said...

una felicidad sencilla:

estar disfrazado de indiana jones en las ruinas de uxmal, a la hora del espectáculo de luz y sonido; de fondo, un grito repetido que daba miedo: "chaaac, chaaaac, chaaac"

9/1/06 17:18  
Blogger guhz said...

anécdota o sueño?
o tan solo un buen viaje acompañado?
de cualquier manera vaya que es felicidad y claro que deslumbra su sencillez.

9/1/06 18:29  
Blogger alonso ruvalcaba said...

un recuerdo infantil de la primera vez que fui a yucatán, hace siiiiiglos...

9/1/06 20:48  
Blogger Esa de Verde said...

las cosas sencillas: la leche mezclandose con el café caliente o con el mate cosido en una taza, las gotitas de lluvia aferrandose en los cables de la calle mientras las luces nocturnas de la ciudad las hacen más brillantes, las plantas que crecen en alcantarillas, los puntos suspensivos... las cosas ¿sencillas?.

"-Así se da la felicidad.
¿Qué quería decir? Se quedó escuchándolo, anhelante, como siempre que se trataba de algo vinculado a Alejandra.
-En pedazos, por momenots. Cuando uno es chico espera la gran felicidad, alguna felicidad enorme y absoluta. Y a la espera de ese fenómeno se dejan pasar o no se aprecian las pequeñas felicidades, las únicas que existen. Es como...
Se calló, sin embargo. Al rato continuó:
-Imagínese un mendigo que desdeña limosnas por el camino, porque le han dado el dato de un formidable tesoro. Un tesoro inexistente"
(Ernesto Sábato, SOBRE HÉROES Y TUMBAS).

12/1/06 01:11  
Blogger alonso ruvalcaba said...

bueno, ya que estamos en esto, te dejo un poema sobre la vida sencilla:

Llamar al pan el pan y que aparezca
sobre el mantel el pan de cada día;
darle al sudor lo suyo y darle al sueño
y al breve paraíso y al infierno
y al cuerpo y al minuto lo que piden;
reír como el mar ríe, el viento ríe,
sin que la risa suene a vidrios rotos;
beber y en la embriaguez asir la vida,
bailar el baile sin perder el paso,
tocar la mano de un desconocido
en un día de piedra y agonía
y que esa mano tenga la firmeza
que no tuvo la mano del amigo;
probar la soledad sin que el vinagre
haga torcer mi boca, ni repita
mis muecas el espejo, ni el silencio
se erice con los dientes que rechinan:
estas cuatro paredes —papel, yeso,
alfombra rala y foco amarillento—
no son aún el prometido infierno;
que no me duela más aquel deseo,
helado por el miedo, llaga fría,
quemadura de labios no besados:
el agua clara nunca se detiene
y hay frutas que se caen de maduras;
saber partir el pan y repartirlo,
el pan de una verdad común a todos,
verdad de pan que a todos nos sustenta,
por cuya levadura soy un hombre,
un semejante entre mis semejantes;
pelear por la vida de los vivos,
dar la vida a los vivos, a la vida,
y enterrar a los muertos y olvidarlos
como la tierra los olvida: en frutos...
Y que a la hora de mi muerte logre
morir como los hombres y me alcance
el perdón y la vida perdurable
del polvo, de los frutos, y del polvo.

Envío

Tal sobre el muro rotas uñas graban
un nombre, una esperanza, una blasfemia,
sobre el papel, sobre la arena, escribo
estas palabras mal encadenadas.
Entre sus secas sílabas acaso
un día te detengas: pisa el polvo,
esparce la ceniza, sé ligera
como la luz ligera y sin memoria
que brilla en cada hoja, en cada piedra,
dora la tumba y dora la colina
y nada la detiene ni apresura.

12/1/06 17:52  
Blogger Luis David said...

Las cosas sencillas... como sentarse frente al monitor para leerte mientras disfuto de un sangüich de triangulito... pero sin orillas.

Un abrazo

12/1/06 20:13  
Blogger Michelle On The Road said...

Qué sencillez esa la de la felicidad de niños. Nada de andar haciéndole al faquir. Tener la posibilidad y el permiso de llorar en los brazos de algún adulto porque el globo se te escapó o no te gustó la sopa.
Requintear mejor que Chuck Berry con una raqueta y reir y reir hasta hacerte un chorrito de pipí.
Si, esa era la felicidad, lo demás es pura pinche imitación.

12/1/06 22:10  
Blogger guhz said...

la felicidad:
estado de ausencias, control de plagas, ojos fundidos, aromas al alba, una caricia, un beso, ella a mi lado, sonrisas, gritos, formas y colores.

la distancia torna las lloviznas en nevadas, siempre serán mejores los recuerdos, siempre el azul será más transaparente.

pero la sencillez es algo que se aleja, se pierde, y regresa solo a ratos, la infancia la posee, es suya, son pareja, son pregunta y respuesta, y si, y si...
a veces la extraño, y muchas veces la olvido, pero siempre regresa.

por el placer de leerlos, por el placer de su sencillez, gracias.
un abrazo.

13/1/06 12:34  
Blogger tlacuiloco said...

¿porque no sabia yo de este blog?
imperdonable de mi parte....
Estoy atrapado y lo disfruto.
Felicidad sencilla, escuchar a los Beatles cantar "happiness is a warm gun"
y la voz e Keith Richards cantando "Happy" con los Stones.

13/1/06 16:06  
Blogger claudita said...

nostalgia... nada más... que difícil dajarla a un lado y seguir...
un beso, gracias por las visitas

saludos chilenos

14/1/06 09:31  

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